miércoles, 9 de agosto de 2017

1. No sé nada y ya no es una pose / 2. ¿Quién soy? / 3. Vía de escape.



"Los valientes duermen solos" Georges Pierre Seurat


1. Pensé que sabía algo. Me equivoqué.
Pensé que podría ayudar. No supe hacerlo.
Pensé que había alguna seguridad. No existe ninguna.
Vacío de certezas.
Absoluto vacío.

Las rutinas apenas cubren el roto del bolsillo
por el que cae todo lo que meto en él.
No hay miguitas de pan para recordar el camino de vuelta a casa.
Con los ojos vendados, diez mil giros.

Cae la venda. Y ahora, ¿qué?

Sin un porqué...
Sin porqué.
Sólo Esto.




---------------




2. Como intentar atrapar al viento...
Así son los recuerdos
y la vida también.

La vida vivida ahora, aparenta tanta solidez...
Nada más lejos de la realidad.
Y no me hacen falta físicos
descripciones teóricas
ni mecánica cuántica para conocer
lo efímero de todo.

Mis manos juegan con tu pelo
o acarician tus caderas
dotadas de curvas infinitas.
Se detienen en tus labios
carnosos, perfectos.
Sus comisuras, hasta donde
resbalan mis ojos...

Miro la hierba crecer.
Escucho el sonido del viento
entre las hojas de los árboles...
Me maravillo y lo intento atrapar.

Vano, reincidente intento.
Lo inherente a la vida
es el vacío de contenido que acotar.

Soy un tonto que intenta atrapar instantes
con los dedos de sus manos,
o con las manos de su mente.
Un tonto, vacío en su inherencia de contenido también.

Perfecto y vacío, como todo lo demás
en este asombroso mundo de viento.




--------------------

Pour I.


3. Pido perdón
a quien tanto defraudé en mi vía de escape.
Tanto, que se tuvo que alejar, dolida,
sin entender nada.
Pido perdón
a quien no supe explicar el porqué
de mis formas, mi alejamiento y mis modos.
Pido perdón
a quien tanto me quiso
y a quien tanto quise yo,
y...

(La verdad no se dice, se siente y se hace, lo sé... por eso,
porque no puedo, ni sé qué decir, ni qué explicaciones dar por lo que hice,
ni siquiera si hoy sería capaz de hacerlo mejor, te pido perdón. 
Existen mil formas de dañar la amistad,
tantas como para dañarse, o no entenderse, a uno mismo.
Es un hecho cierto que se puede dañar profundamente sin intención.
Sin embargo no puedo excusar el conocimiento de heridas abiertas.
Debería haber pensado que ahí, justo ahí, de esa manera, te haría daño...)

Tal vez esperaba algo también
que nunca pedí
en esos momentos, y adivinos no somos.
Pero es igual, la expectativa no es buena
consejera en nada, bien lo sé
y mucho menos si calla y no se muestra.

Ayer te estuve leyendo
hasta las 4 de la madrugada,
recorriendo nuestras letras
entre risas y lágrimas.
Y recordé cuánto te quería,
Y sentí que habías salido
de mi vida, pero no de mi mente.
Y te eché mucho de menos también...

Así que hoy, torpe como siempre, hago esto
y no pido nada.
Y te digo que allí donde estés
te seguiré queriendo
y deseando que seas muy feliz.

Si no hay contradicción es dogma, ¿recuerdas?

Sé que estás bien. Que estáis bien.
Con eso basta.




Pd. Aprovecho para pedir perdón también por mi ausencia total a otras estupendas personas... y para agradecer su cercanía a otra muy especial. Gracias. Te quiero. Ponte buena pronto, personita maravillosa.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cuéntame lo que quieras...