Lo recuerdo perfectamente. Un camino de piedras, cerca de
casa, en una tarde de verano. Voy paseando. De repente, un sonido. Giro sobre
mis talones y veo a lo lejos, elevándose en el cielo, un enorme hongo nuclear. De
forma inconsciente me agacho. Lo siguiente que sé es que me he convertido en
una hoja de papel en blanco. Una estupenda hoja de papel, inmaculada, aún sin
escribir...
El simbolismo de los sueños.
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