Eva es el arquetipo vivo de mujer que siempre deseó. Eva y
su incitante manzana, adornada por un millar de serpientes. Pero era él el que
estaba en una clínica mental por haberse pasado con el litio. Su bipolaridad
había alcanzado cotas insospechadas de exceso. Había pasado de follarla durante
horas contra la pared, a despertarse solo, con la cabeza entre las manos, en
una esquina de su sucia habitación, aislado del mundo. Porque Eva era la
incitación que reclamaba puentes contra la reclusión y la mentira en que había
convertido su vida, con esa falsa seguridad fingida.
Eva y su cuerpo, Eva y su calor. Eva y sus labios. Están tan
vivos y él tan muerto. Y le da tanto miedo el milagro de su resurrección que no
sabe si podrá soportar tanta vida habitando sus sombras. Eva es una puta repleta
de amor divino, que le hace vivir. Y al notar cómo se desperezan sus manos al
recorrer su cuerpo, todo él tiembla sin poderlo evitar...
La última vez que la folló terminó llorando. Pensó que todo
aquello era demasiado terrible y, al día siguiente, aislado en su casa, ni
siquiera fue capaz de levantar las persianas para que entrara la luz. Temía
mirarse al espejo y sentir que ya no era un muerto en vida. Porque era la vida
que no podía controlar lo que tanto lo asustaba... Y fue entonces cuando sonó
el móvil otra vez. Era Eva a la espera de una contestación para un largo paseo
por el parque, en el que le quería hablar del último libro que había caído en sus
manos, mientras él, seguramente, no podría reparar en nada más allá de sus
labios tan vivos, de sus caderas ondulantes, del brutal deseo que anidaba en su
interior...
Puede ser que todos tengamos historias, pero algunas son más aburridas y cíclicas que otras. El embrutecimiento sigue adelante, y la gente se olvida de si mismo, practica el sonambulismo vital. Es normal: consumismo, poco tiempo para el ocio intelectual y mucho para la alienación del alcoholismo adolescente, el fútbol, los deportes, años de estudios para un trabajo disfuncional, etcétera. Así es complicado pulir tu historia, buscar las preguntas adecuadas para encontrar alguna respuesta que te sea útil. Estoy de acuerdo, la infancia y un poco la adolescencia, marca todo. Yo sufrí bullying en el colegio, cuando todavía eso no tenía ni un nombre genérico. Se alargó demasiado, casi cuatro años. Mis padres estaban separados y por ahí no conseguí mucha ayuda, y ni profesores ni compañeros hicieron nada. Creo que me volví más huraño, solitario, y con mucho miedo vital. Pero también reconozco que esos “traumas”, sí es necesario buscar una palabra, al final son solo justificaciones, más adelante tienes la opción de conocerte a ti mismo y templar tu carácter, no permitir que hechos del pasado te manipulen. Yo me rendí. Pero todos necesitamos justificar positivamente nuestra existencia, no es agradable pensar que eres un fracasado. Por ello me sumergí en la lectura, en intentar ser un intelectual. Y como aquí asumo que tengo cierta libertad de acción porque no lo va a leer nadie (quizás Ficticia) también te reconozco que en eso también he fracasado. Oh, sí, escribo bien, pero eso ya es una cuestión de tiempo y dedicación. Pero podría hacer mucho más. Podría leer a Foster Wallace, podría releer toda la obra de Dostoievski, podría terminar la carrera de filosofía, podría estudiar más y más cosas en vez de leer libros que, en su mayoría, son bestsellers. En realidad las redes sociales son muy útiles para evitar males mayores porque te permiten no sentirte tan solo y practicar esa visión del super-yo que todos tenemos. En las redes sociales, o en un blog, podemos sincerarnos, pero lo divertido de la literatura es que permite embellecer la realidad para que sea más divertida, épica y justa. Justa, obviamente, para el que la escribe xD Todos son estrategias de protección. El fracaso es generalizado, veo a mi alrededor gente que ha tomado las decisiones presuntamente correctas, pero sus historias no dejan de ser tópicas, movidas por resortes redundantes y vulgares. Pero claro la vulgaridad es, simplemente, lo que no es original y especial.
ResponderEliminarEric Fromm decía que la única solución a la existencia es el amor. Estoy parcialmente de acuerdo, porque hay muchas formas de amor, y no todas son románticas: puedes querer a tus amigos, a tu familia, a tu gato. Lo que sí añadiría es que una solución a la existencia son las pasiones: pasión por crear, por el arte, curiosidad intelectual, incluso por tu trabajo. Es una forma de dotar a tu vida de sentido. También es cierto que a veces resulta muy frustrante no tener talento, no tener reconocimiento, pero estamos hablando de una necesidad intrínseca de sentido vital, que se complementa con el éxito, pero cuyo núcleo es el camino y sus enseñanzas, no el final y las ovaciones. Luego, en esa búsqueda de trascendencia (consciente o inconsciente) podemos convencernos con el típico legado genético, la fe o la filosofía. Lo demás es aire, vida desperdiciada, tosca y ramplona. Luego queda el amor, pero de eso mejor hablas tú, se te da mejor xD
Sonambulismo vital... Así que lo que tenemos que hacer es despertar a la vida, ¿no?
EliminarDefinitivamente todos tenemos nuestra historia. Todos tenemos nuestros pequeños dramas y también nuestras luces. Y esto que llamamos vida nos sucede a todos; pero siendo así, ¿por qué nos sentimos a veces tan separados del resto? Yo creo que ahí está la clave de todo. El problema sujeto/objeto, esta forma distorsionada de verlo todo que ya no se puede sostener ni siquiera de forma racional. Hace tiempo que la mecánica cuántica hizo saltar todo eso por los aires. Pero seguimos igual, con los mismos problemas de siempre. Y en el centro de todo, para mí, está el amor; porque el amor supone hacer saltar por los aires esa dicotomía: ya no existe un “objeto” delante de un sujeto que lo ve. Cuando hay amor algo se vuelve transparente: tú ya no eres un sujeto delante de un objeto (la otra persona). Se da una caída de las barreras. En una relación saludable cada uno mantiene su individualidad, su independencia, pero al mismo tiempo no existe la separación: dos, que son uno, pero siguen siendo dos. Es una forma muy diferente de verlo todo. Y esa forma de verlo todo se puede extender más allá de la relación con otra persona, a tu forma de ver el mundo en general. Entonces, ya no estás separado del entorno. Sigues siendo tú, con tus características propias, únicas, pero el mundo ya no te es “eso otro, distinto, ajeno a ti”. Es como la relación de un dedo con el resto de la mano. Ahí lo vemos claro. De forma natural no le sale hacer daño al resto de dedos de la mano, porque existe unidad, manteniendo cada dedo su independencia. También se ve muy bien en la relación madre/hijo, o padre/hijo...
Las relaciones de pareja tienen un extra, que es el componente pasional, el deseo. Eso le da un punto de intensidad añadido, y claro, puede ser un problema. Pero no es el mismo deseo lo que ocasiona los líos, ni la pasión, sino nuestra relación con ambas. Por mi forma de ser soy adicto a todo lo intenso, y siempre es más fácil darte un buen tortazo a 200 por hora que cuando vas caminando muerto, como una tortuga. Ahí está el riesgo de la vida, la aventura. Pero lo intenso te hace despertar. La levedad te mata poco a poco. A fin de cuentas no es más seguro ir arrastrándose como un caracol, muerto en vida. La cuestión es aceptar las cosas tal y como son, sin intentar atraparlas, fijarlas, forzarlas. Sin aferrarse a ellas, ni rechazarlas por miedo. Dejar vivir la vida alada. Ser, plenamente, este momento, con todas sus luces y sombras. Como decía John Irving en un libro que me encanta: “hay que obsesionarse y mantener la obsesión, y pasar de largo ante las ventanas abiertas”. Es un canto a vivir con pasión y no dejarse derrotar por todo lo negativo...
(Temo que hasta aquí llega lo que puedo comentar de momento... ¡se me ha hecho tarde por ahora y hay cosas pendientes! Jajaja. Ya continúo otro rato, y gracias por el comentario. Claramente mejora la propia entrada y la enriquece, como sueles decirme tú jajaja. Un abrazo! Maldito reloj grrrrrr...)
Sigo.
EliminarSobre los traumas vitales, creo que explican cosas de nuestro comportamiento. Lo que nos ocurre muy de pequeños se queda grabado muy dentro, más allá del ámbito de la razón y por lo tanto de lo consciente; entonces nos afecta en nuestro proceder de una manera muy ciega. Y da lo mismo que tu razón te diga que son tonterías, hay otra parte de ti que está condicionada y responde ante los estímulos de la misma manera limitadora. La única solución es llegar hasta la parte más profunda donde ha quedado almacenado el dolor no sentido; atravesar las barreras de protección y quedarse ahí, posado en el sufrimiento. Experimentar lo que ha sido recubierto para no ser sentido, de tanto miedo que da. Ser vulnerable. El dolor no es tan sólido como parece. Es un fenómeno más de la vida que, como todos los demás, es impermanente y pasa una vez que lo liberas, experimentas, y dejas de alimentar. Entonces se convierte en burbuja que flota hasta la superficie de la conciencia, y en ella se vivencia y, si no hay resistencia ni apego, desaparece... Es la única solución. Todas las demás son falsas y no funcionan. Para llegar hasta el dolor hay que parar, permanecer quieto, parado; volver el foco de la atención hacia dentro. Sentir. Dejarse estar. Soltarlo todo... Y pasan cosas. Vaya que si pasan cosas. Recientemente, después de tantos años de práctica, he llegado a comprender que bloqueo el dolor con miedo, y el miedo con ira; y que ésta se ha ido quedando acumulada en mi “armadura muscular” a lo largo de los años, y es ahora cuando ha comenzado a liberarse. Cualquier tensión de la mente se transmite al cuerpo... Si se mantiene mucho tiempo ocasiona problemas de todo tipo. Dolores aquí y allá. Cambios posturales. Problemas más serios de salud... Nuestro intento de bloquear el dolor lo único que consigue es bloquear la vida, que se convierte en una cloaca con aguas estancadas. Pero ¿quién no lo hace en alguna medida?
Cada uno combate el dolor a su manera. Tú tienes la tuya, yo tengo la mía. Tuve una etapa en que algunos niños se metían conmigo. Yo lo compensé de otra forma: me convertí en uno de “los chungos”. No es que me metiera con nadie, salvo alguna bochornosa ocasión, pero ya nadie se metía conmigo. Después me cansé de frecuentar ambientes y personas, y pasé a otra etapa que podríamos llamar de reclusión. Me dedicaba a leer y leer. Iba casi todos los días a la biblioteca pública, pero era bastante selectivo en mis lecturas. Nunca más de una novela a la vez, pero la podía combinar con muchos más libros... Después algunas de esas lecturas me incitaron el comienzo de ciertas prácticas, porque para mí quedarse sólo en letras no es suficiente, quería experimentar la verdad de lo leído... Y después llego una nueva etapa, en la que tuve que desaprender durante años todas mis lecturas, porque me había hecho imágenes mentales que no correspondían a la realidad e impedían percibirla... Y así llegué a otra etapa más, en la que se me murieron todas las certezas; en la que lo único que podía hacer era soltar, y soltar y soltar... Y ahí tuve algún vislumbre de otra vida posible; y también recordé haber tenido más, a lo largo de mi vida. Poco a poco todos ellos se fueron recolocando. Pero el proceso continúa y yo sigo siendo un poco desastre para muchas cosas. Tal vez es porque así se aprende, no lo sé...
El tiempo libre es lo más importante. Hablaba con Tamara el otro día que envidiaba la cantidad de libros que me había leído este año. Ella tiene un trabajo fijo de oficina de nueve a seis, tiene una casa casi pagada y dinero en el banco, pero la exprimen, y cuando llega a casa no puede leer tanto como yo, está cansada. Tiene dinero, compra libros, y no puede leerlos. Esa es una de las tragedias del capitalismo, y por ende del consumismo: te sientes mal por tu vida, compras más cosas para sentirte bien, trabajas más para conseguir el dinero, y finalmente no tienes tiempo para disfrutarlas. Tu vida es un vacía. Stress, y con el tiempo problemas de saludad. Poco se habla de la relación del cáncer con el stress, la falta de sueño y la mala praxis culinaria (me refiero con esto a no dedicar tiempo y dinero a comer comida casera todos los días, comida de calidad, no congelados, etcétera). Estamos atrapados, solo queda sobrevivir.
ResponderEliminarSuelo coincidir con el mendigo muy de madrugada en las escasas ocasiones en las que tengo vida social, el viernes le pilé despierto a las cuatro de la mañana cuando volvía a casa y fue un momento ideal para hablar tranquilamente. Ah, la trilogía de Kieślowski hace miles de años que las vi, casi que me apetece volver a hacerlo. Lo gracioso es que las vi para ligar con una mujer (¿sacan lo mejor de nosotros?), porque era una cinéfila y quería tener algo en común con ella. Gracias por tus halagos inmerecidos xD
Y bueno, vamos al texto, madre mía, como me enrollo. ¿sabes que una persona por Facebook me ha pasado vídeos desde un manicomio? Es el mismo anónimo que me deja textos en plan Panero-Bukowski, todo muy inquietante. Por eso pensé que este texto era también suyo. Un cambio de registro el tuyo, muy bien. Sí, las mujeres, que sacan lo mejor y lo peor de nosotros. O más bien la manzana de la Naturaleza, el celo sempiterno, la necesidad de compañía, de legado genético. El amor, la belleza femenina. Sí, ¿quién no querría caer en esa tentación? Qué es la vida sin esa tentación, más que un embuste de lugares comunes. Hay que salir de la zona de confort, y sentirte vivo. Hay que contar alguna historia cuando seamos viejos, hay que intentar no desperdiciar la vida, como en el poema de Bukowski, ser algo más. Pero da miedo. Acojona. Se nos da mejor escondernos. Por eso la literatura es tan hermosa: nos permite ser intensos, épicos, honestos dentro de su entelequia, arriesgados, pomposos. Luego, al terminar de escribir, te puedes masturbar un rato, y echarte a dormir, tachando un día más del calendario, otro día del que no te vas a acordar nunca más, excepto por ese texto en el que has dejado tus mejores intenciones.
Disfruta de este momento, eres casi un privilegiado al ser consciente de lo que estás viviendo. Un abrazo.
Me sabe mal no seguir el hilo de nuestros comentarios, pero tu maldición del embrutecimiento provocado por Tinder se está haciendo efectiva y siempre es divertido sacar otros temas con los que explayarme. Me hace gracia cuando pides a alguna anónima lectora que me de una oportunidad: Vade retro Satanás. Las mujeres de Blogger navegan entre la poética más sublime e intransigente, y la locura más exultante y atrevida. En realidad si lo pienso, ¿qué clase de mujeres podría atraer escribiendo como Bukowski? A taradas. Taradas románticas o taradas mentirosas y tóxicas. Creo haberte comentado que hay un tipo que me envía mensajes de amor (y vídeos) desde una clínica psiquiátrica. Tiene una voz sobrecogedora, y parece que le encanta Panero. Es el mismo que inunda mi blog con comentarios absurdos y desubicados. Yo le ignoro, creo que algún día se cansará. Pero con las mujeres no hacía eso. Me creía (estamos hablando del 2011-2012) Bukowski, armado con mi botella de vino y mi teclado manchado de decadencia, había que llenar las historias con experiencias inéditas e hice el kamikaze. La última historia fue con Irene, chica del sur que estuvo manipulándome a intervalos durante un año. Lo gracioso es que no fui el primero, es decir, había pulido su modus operandi, y me avisaron de que esto pasaría, pero claro, uno se cree el victorioso protagonista de la película, y no un extra ridículo y sin diálogo.
ResponderEliminarPor resumir se trata de lo siguiente: se presenta con mails y comentarios subidos de tono, le encanta el BDSM y ser sumisa, quiere un intelectual a su lado que la guie y a quien admirar. Luego pasa a las confidencias y habla de sus malos tratos, de sus malas experiencias de que está atrapada en su pueblo. En un mes te conviertes en el amor de su vida, y solo queda planear el encuentro. Como lo más sencillo -dado que vivo solo-, es que venga ella a Madrid, solo queda esperar. Pero siempre sucede algo unos días antes de que coja el autobús. Para que veas lo exagerado de su locura me llegó a decir: que un familiar había tenido un ictus y estaba en la UCI, que un antiguo novio había tenido un accidente de coche y se había estrellado cerca de su casa, que su antiguo Amo se había mudado cerca de su pueblo y estaba asustada. Y lo último fue su propia desaparición. Cuando digo desaparecer es que no cogía el teléfono, ni contestaba mails ni aparecía por su blog. Al final aparece una semana después diciendo que ha tenido un accidente de coche, que le quitaron el móvil en el hospital, y que en cuanto ha estado consciente me ha llamado. Pues así era todo con ella. Lo más divertido es que también tenía cambios de humor drásticos por cualquier chorrada, normalmente celos, porque me había comentado Nuria o cualquier otra de forma un poco cariñosa, y de pronto me odiaba, y se iba de fiesta, escribía post en su blog subidos de tono hablando de orgias, etcétera. Como digo no fui el primero, y siempre hacía lo mismo. Naturalmente todo esto se mantuvo varios meses porque aderezaba las conversaciones con mail subidos de tono, vídeos donde se masturbaba con consoladores y juguetes, llamadas eróticas. Y también con que estaba mal, depresiva, tenía stress postraumático por los malos tratos, no quería salir de casa… la opción de visitarla (vivía con la madre) no era adecuada. Como ves todo muy bien ideado en torno a una chica enferma y muy turbia.
Tengo más historias, por lo cual permíteme decir que prefiero las chicas de Tinder a las de Blogger, te pueden tomar el pelo, pero la cosa no dura demasiado. Ángeles de luz, ¡Ja!, menudos bichos ahí allá afuera xD
Y te dejo, que solo quería llenar tu blog con más comentarios, para que pierdas el miedo y salgas a la luz xD