Te lo he dicho muchas veces, soy material altamente inflamable.
Cuando me enciendo, nunca sé parar. Todo me es insuficiente. Soy adicto a la intensidad.
Si he bajado las barreras -y contigo hace mucho que cayeron- no hay nada que se me dé mejor que arder...
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“Hace poco escuché una frase de un
atleta profesional: “El amor no es placer compartido, sino dolor
compartido”. Una buena observación. Desde luego que podemos
disfrutar de una cena con nuestra pareja, por ejemplo. No estoy
cuestionando el valor del gozo compartido. Pero si deseamos que una
relación resulte más íntima y genuina, es necesario que
compartamos con nuestra pareja aquello que tanto miedo nos provoca
expresar delante de nadie. Al hacerlo, la otra persona es libre de
imitarnos. Pero, en realidad, lo que más nos preocupa es mantener
nuestra imagen, sobre todo frente a alguien a quien intentamos
impresionar.
Compartir nuestro dolor no significa
contar a nuestra pareja lo mucho que él o ella nos irrita; eso es
otra forma de decirle: “Estoy enfadada/o contigo”... Lo que nos
abre es el hecho de compartir nuestras vulnerabilidades. En ocasiones
encontramos alguna pareja que ha llevado a cabo este difícil trabajo
durante toda su vida, un proceso que les ha hecho envejecer juntos.
Entre ellos se percibe el enorme bienestar, la serenidad que los une.
Y aunque se trata de una sensación hermosa, resulta muy poco
habitual. Sin esta cualidad de apertura y vulnerabilidad, los
miembros de la pareja en realidad no llegan a conocerse, sino que se
limitan a ser una imagen que vive con otra imagen.”
Charlotte Joko Beck
Esa medida es justamente las de tus manos, no hay en este mundo nada más.
ResponderEliminar(Gracias a ti por querer conocerlos)
Te amo.
ResponderEliminar(Gracias a ti por compartirlos conmigo...)
El otro día, cuando estaba “difuso”, escribí:
Del cielo
la esperanza y el viento
que atravesar sabe
barreras entretejidas de costumbres
y vidas pasadas
moribundas
y acampar
y hacer hogueras
adelantando el camino
para que en oscuridades
sin norte
me puedas encontrar...
...el suspiro
que suspendido pende
del hilo tejido por la araña del destino
que empujamos
los dos
Amor sobre amor entonces, mi pequeña A., pues sobre amar(te) mis amaneceres escriben solos mi tesis doctoral, con tinta indeleble de necesidades, y una pluma -toda ansiosa- que busca como papiro tu piel desnuda recorrer, al margen del tiempo...