domingo, 22 de julio de 2018

Ocupar tu mismo espacio

  

Alas de mariposa

"Si en un sistema se produce una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a corto o medio plazo."









      Cosas que decir. A veces es lo más importante lo que se escapa. Lo no dicho. Lo que casi no se puede pensar.

      Te veo a lo lejos. Siento tu presencia. La deseo. Quisiera que algo fuera distinto, pero jamás te cambiaría a ti. Los días se suceden como si un dedo los dibujara con un círculo en la arena. Siempre el mismo círculo, con el mismo centro, pero nunca igual. Si se tratara de la arena de la playa la marea lo borraría, pero yo lo volvería a dibujar. Aunque este círculo perfecto no lo dibujamos nosotros. Hay algo que dibuja más allá de ti y de mí. Es el caos ordenado de dos revoloteos de alas, cambiando el mundo al otro lado del planeta, sin capacidad de hacer nada por poderlo evitar.

      Te imagino en la tienda acercándote a ese hombre, midiendo su altura. "¿Será la misma que la de...?" "Oh, me ha guiñado un ojo". Al mismo tiempo, en otro lugar, contemplo el techo desde la cama. La luz que penetra por la persiana dibuja objetos en mi imaginación. Se mueven y vuelo. Para la mente no hay límites que cumplir. La mía es tan libre e irreverente que no se podría encapsular. Soy una cosa extraña; un ser extraño, como de otro tiempo. A veces no me reconozco en los demás. Otras veces sí, y pienso que todos somos extraños. Seres procedentes de otra dimensión, que aterrizan en ésta. Extranjeros, al fin y al cabo, pero sin procedencia conocida (¿se puede ser extranjero así, si no sabes dónde naciste, ni si has nacido alguna vez?).

      Añoro algo que sé que no he perdido. ¿Lo compartirás conmigo cuando lo encontremos los dos? Palabras todas ellas extrañas, también. ¿Y si me buscas en cada cosa que ves? ¿En cada persona que te cruzas en la calle, detrás de cada rostro? A veces te siento en mis manos, te pienso tomando el café de la mañana, con aroma a jengibre y canela. La distancia es relativa donde no existe distancia. Aun así, quiero ocupar el mismo espacio que tú. Sólo existe una forma, una manera para poder conseguirlo. Comprimamos el espacio con desesperación. Más cerca. Un poco más. No apartes tus ojos de los míos. Quiero más. Mucho más. No pararé hasta penetrar en tu espacio. Hasta derramarme del todo en él, mientras te rodean mis brazos.   










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