"La voilette" Georges Seurat
Salgo de noche al jardín. Oigo caer las gotas de lluvia. Se
desprenden del alero y chocan contra el suelo. Cada una es un mundo vibrante
que sucede y desaparece. Imposible llevar ningún registro. El drama consiste en
ponerse a contar. Una, dos, tres... ciento cinco. Como un tonto saco la cámara
y las grabo. Entonces recuerdo que existen tribus en África que
consideran que si te sacan una foto te roban el alma. Una foto, fijar un
momento. ¿Se puede hacer tal cosa? Sí, tienen razón: su alma no está ahí,
desapareció en el momento que la intentaron atrapar. Grabando la escena es lo
mismo. Mientras lo hago la pierdo y -tal vez- me pierdo a mí también, en la
siguiente gota que estalla contra el suelo y me encuentra tras este otro ojo
que no es el mío...
Dejo la cámara y contemplo. Gotas que caen. La mano extendida que se moja. Viento. Un
trueno lejano.
Tu ir y venir no tiene lugar más que Aquí...
"Relajarnos en el momento presente, relajarnos en la
ausencia de esperanza, relajarnos en la muerte, no resistirnos al hecho de que
las cosas se acaban, de que las cosas pasan, de que no tienen sustancia
duradera, de que todo está cambiando constantemente: éste es el mensaje
básico"
Pema Chödrön
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